viernes, 16 de diciembre de 2011

Eternidad.

Este, no es un verano normal. Llevo todo el día mirando a través de la ventana, sin poder salir de casa, pues lo más emocionante que he podido hacer, es ver las gotas de agua de lluvia caer y los árboles moverse por causa del viento. Fuera, todo está tranquilo. La calle sin gente. Son pocos los pájaros que se atreven a cantar. El día gris, incluso deprime a los animales. Ya no hay moscas, ni bochorno, sólo, un olor a frío que viene de fuera. La ropa lavada, no se seca. ¡Todo mojado! Mañana es día de fiesta y no he preparado nada, simplemente me he dedicado a esperar, a ver si el tiempo mejora. Quizás a la noche, mire una película de acción, o misterio, incluso me atrevería a ver una bélica si aparece algún actor que me guste. Haría cualquier cosa con tal de pasar el día. Los segundos avanzan, pero me parecen eternos. Son las nueve en punto, y yo, sigo esperando.


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